Conservar la biodiversidad

Conservar la biodiversidad

Alumnado de 2º de Grado Medio

“La Tierra nos devuelve lo que le damos; si la cuidamos ella nos cuida” es una de las frases pronunciadas por Galo Naila,  en la visita que hicimos a su explotación agrícola el pasado mes de noviembre y que todavía hoy, hace eco en nuestra memoria.

A caballo entre Épila y Lumpiaque se encuentra  Jalón Nature,  empresa frutícola que viró de la agricultura tradicional a la ecológica hace cuatro años. Desde entonces, sus prácticas agrícolas han ido destinadas al cuidado del medio natural y de la salud de quienes se alimentan de sus productos. Y es que la salud está muy relacionada con la alimentación. “Somos lo que comemos” nos recuerda Galo. Los residuos fitosanitarios que se acumulan en los productos agrícolas de la agricultura convencional pueden alterar nuestro funcionamiento endocrino.

Aprovechamos la invitación de Galo para adentrarnos en hectáreas de manzanos, melocotoneros, perales y almendros percibiendo continuamente la presencia de la fauna útil sobre nuestras cabezas y la alfombra del suelo, protectora de microorganismos, debajo de nuestras pisadas.

En esta finca se utilizan diferentes métodos para obtener un buen rendimiento sin utilizar productos químicos fitosanitarios que alteren el equilibrio del ecosistema. Galo lo tiene claro, la herramienta clave es mantener la biodiversidad en la parcela.  Se ayuda de plantas como zarzas, cañas, incluso, de algo tan nuestro como las borrajas, que sirven de alimento y dan cobijo a diversas especies de pájaros, insectos beneficiosos y mamíferos. Los murciélagos consumen 4.500 insectos vectores al día y las mariquitas, depredadoras excelentes del pulgón, son buen ejemplo de ello.

Galo nos mostró herramientas que utiliza habitualmente para controlar las enfermedades de sus frutales. El rosal es la estrella, ya que su sensibilidad al oidio alerta de su presencia y por lo tanto, la necesidad de hacer un tratamiento para evitar que la enfermedad alcance a los frutales. Del mismo modo, las trampas de monitorización nos indican la existencia de plagas y el momento preciso en el que debemos de actuar para prevenir los daños en nuestra cosecha. Incluso, una vez instalada la plaga, podemos utilizar técnicas de control como las trampas masivas, para capturar el mayor número de ejemplares y las feromonas sexuales, capaces de alterar la capacidad reproductiva del insecto plaga.

Por otro lado, Galo hizo hincapié en la diferencia económica entre la agricultura ecológica y la convencional. Al parecer, las técnicas de control de plagas, en la primera, son un 40% más costosas que en la segunda pero el precio más elevado del producto final compensa la diferencia hasta el punto, que con menos hectáreas de cultivo se obtiene mayor beneficio. A ello hay que añadir la eliminación de intermediari@s para que el producto adquiera un precio justo para todas las partes.

En la actualidad, el Estado español es el mayor productor de agricultura ecológica en Europa. Galo es uno de los  40.000 operadores ecológicos y con su trabajo contribuye a generar 2.500 millones de euros al año. No nos cabe duda de que la agricultura ecológica es una buena alternativa económica para asentar población en zonas rurales, en nuestra Comarca, por ejemplo.

 Periódico de la Comarca (pag 16)