TRABAJAMOS CONTRA EL FUEGO.
El alumnado de Formación Profesional y Grado Medio de la Familia agraria, del Instituto Sierra de la Virgen (Illueca), hemos comenzado el curso participando en la Campaña de prevención de incendios forestales promovida por el Gobierno de Aragón. El pasado 28 de septiembre, asistimos a un taller impartido por profesionales del gremio y orientado a trabajadoras y trabajadores del sector, por lo que es muy útil para nuestro futuro profesional.
La Comarca del Aranda, en el corazón del Sistema Ibérico, lugar donde hemos nacido y queremos seguir viviendo, se distingue por su gran belleza paisajística y por poseer masas boscosas de notable singularidad y alto valor ecológico, que debemos de conservar y proteger de las llamas.
Tras un incendio el manto vegetal desaparece y, con él, la barrera natural que retiene el agua, frena las inundaciones y la erosión. Es la denominada desertificación del paisaje, el daño ecológico más grave causado por este desastre natural. La ONG Greenpeace asegura que más de un tercio de la superficie española padece este problema y el año pasado en Aragón, más de 14.000 hectáreas fueron pasto de las llamas. Concretamente en nuestra Comarca, todos los años, tienen lugar varios conatos de incendio, sin ir más lejos este verano en la Sierra de la Virgen. Aún recordamos con pavor el gran incendio que afectó a Calcena y Purojosa en el 2012, donde perdimos 4.200 hectáreas de monte.
En el taller, aprendimos que el porcentaje más alto de los incendios forestales es el provocado por el ser humano, bien de manera intencionada, por causas accidentales o bien por negligencia. Mayoritariamente no hay testigos y las pruebas se consumen con el fuego. A pesar de ello, podemos investigar las causas del fuego fijándonos en aspectos tan sorprendentes como los restos de hollín del tronco de los árboles y de las piedras. Otro dato de interés es que en muchos países han desarrollado programas de entrenamiento de perros en este área.
Por otro lado, queremos hacer hincapié en que el fuego se genera por la presencia de tres tipos de elementos. Nos referimos al triángulo formado por: oxigeno, calor y combustible. En este sentido, hay que tener presente que maquinaria de uso común para nuestro trabajo como cosechadoras, desbrozadoras, radiales y motosierras pueden ser el comburente que origine el incendio forestal.
Claudio y Gabriel, los ponentes, nos aconsejaron que la prevención es la mejor herramienta para combatir el incendio y en caso de que ésta llegue tarde, tomar algunas medidas como: arrojar tierra a la llama para cortar el flujo de oxígeno (sin olvidar la protección individual), llamar al 112, correr siempre hacia abajo y en todo caso, respirar lo más próximo al suelo (haciendo un agujero si es necesario) resguardándote en la zona ya quemada. No es necesario recordar que no hay que arrojar colillas, cristales, ni restos de basura que contaminen nuestro entorno natural y lo hagan vulnerable.
Por otro lado, podemos decir que el precio de un incendio tiene una parte mensurable, en términos económicos, y otra no. La primera arroja cifras del orden de 50.000 euros por hora de extinción (incluyendo los agentes forestales, la brigada helitransportada, los medios de transporte y material contra incendios necesarios). En la segunda, inmensurable, sacrificamos nuestra fauna y nuestra flora, el suelo fértil (producir 1 cm cuesta 500 años), reducimos el pulmón arbóreo gracias al cual respiramos, perdemos producciones y aprovechamientos apícolas y madereros y además, se ponen en peligro vidas humanas.
Para finalizar, simplemente anotar, que como personas y futuros agentes para el aprovechamiento y conservación del medio natural, creemos que la verdadera importancia del trabajo de l@s bomber@s forestales es proteger el monte, su flora y su fauna y el medio ambiente en general, porque si no lo hacemos perderemos lo más valioso que tenemos.
Alumnado 2º de Grado Medio, IES Sierra de la Virgen, Illueca.